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¿Necesitas una blefaroplastia?

Por el Dr. José Villamarín.

Hoy vamos a hablar de la cirugía de párpados o blefaroplastia y cuándo es buena ocasión para hacerla.

La mirada es crucial en la estética facial. Con los años, los párpados y los tejidos perioculares se deterioran, con adelgazamiento o hundimiento de la zona y caída de párpados, mejilla y cejas.

En el momento en que la imagen de tu cara ya te disgusta o hay razones claras para hacer un cambio, es la ocasión de buscar asesoramiento profesional.

La decisión de actuar para mejorar tu imagen debe ser consensuada. Hay con frecuencia opciones para solventar el problema durante un tiempo antes de entrar en quirófano.

¿Me opero de blefaroplastia o no?

Siempre repito a mis pacientes que envejecer es un privilegio, y rejuvenecer una opción. Hay personas que envejecen más rápido. Otras lo contrario. Cada paciente es un mundo. Lo primero que debemos hacer es estudiar cada paciente, ver el grado de arrugas, pliegues y hundimiento que tiene y en que nivel o estadío se encuentra en relación a los cambios en los párpados.

Por un lado está el problema, que podemos objetivar incluso con escalas de deterioro y mapear la cara con los cambios por la edad. Por otro lado está la imagen del pasado, de cómo eramos hace 20 años, por ejemplo, también objetivable de alguna manera mediante fotos de años atrás.

Luego, tenemos la imagen que el paciente tiene en el presente de sí mismo, su visualización y sensaciones que acompañan a esa imagen, y que puede ser a veces no coincidente con la realidad que cualquiera puede apreciar, pero que, en todo caso, le ha llevado a mi consulta.

Por último, está la imagen idealizada por el paciente de lo que desea tras la cirugía. Coordinar todo ello para ofrecer resultados naturales y satisfactorios es una de las labores más dificiles del cirujano. Para ello, la comunicación con el paciente y la comprensión deben ser pilares fundamentales en el manejo satisfactorio de cada caso, desde el principio hasta el final.

Si el paciente está dispuesto  y comprometido a mejorar su imagen, nosotros haremos el resto.

¿Pero qué técnicas hay?

Hay muchas técnicas, algunas son procedimientos de medicina estética, otros son con cirugía, pero usualmente podemos combinarlos. Para ello, he desarrollado una serie de programas adaptados a una escala que he creado y que se coordina adecuadamente para conseguir resultados naturales.

En general, cuanto menor sea el cambio por envejecimiento, menos acciones debemos de tomar. Lo rutinario es que empecemos por recomendaciones o procedimientos transitorios y suaves. Entre ellos tenemos: la protección del sol y agentes externos, pasando por dieta personalizada y micronutrición orientada, una rutina del cuidado de la piel, la mesoterapia y la terapia regenerativa con neocolagénesis inducida y la reducción del estrés oxidativo metabólico.

De gran importancia es el tratamiento anti arrugas con neuromoduladores. La sustancia antiarrugas, introducida en la medicina asistencial y en el mundo estético por un oftalmólogo, tiene acciones relajando los músculos donde se aplica. Esto se puede usar además como prevención de futuras arrugas.

Por otro lado, se pueden usar micropunciones con neuromoduladores a dosis menores para mejorar la piel y los poros; y usar micropunciones con neuromoduladores y otras sutancias específicas, una combinación con sustancias regeneradoras de colágeno periocular.

Por otro lado, la combinación de estas sustancias con fillers o rellenos dérmicos, entre los que incluyo el acido hialurónico, puede transitoriamente solventar pliegues y hundimientos y mejorar la imagen aportando tersura y volumen.

El uso de procedimientos basados en energía de radiofrecuencia u otras, para tensar directamente los tejidos bajo la piel de los párpados, presenta opiniones encontradas,  por haberse observado efectos adversos de retracción de tejidos, ectropion y visión borrosa con algunos de los procedimientos y aparatos.

En esta zona de los párpados extremadamente delicada, con la piel más fina del cuerpo, prefiero evitar algunos de estos procedimientos tensores basados en energía aplicada a tejidos bajo la piel del párpado.

Por otro lado, el uso de ciertas sustancias modificadoras en forma de inyecciones que alteran el metabolismo de la grasa subcutánea reduciendo su volumen, no se ha demostrado que sean seguras. Esto es debido, entre otras cosas, a que la grasa de los párpados y la órbita están muy interconectadas y los tejidos son demasiado finos, con lo que estas sustancias son inseguras hoy por hoy en relación con la vista y el globo ocular, para su uso en la reducción de las bolsas o la lipoescultura no quirúrgica.

Personalmente, no recomiendo dichas sustancias modificadoras del metabolismo del adipocito, o célula principal del tejido graso, ni las uso para la zona palpebral o periocular, hasta que haya evidencias de su seguridad en el futuro.

La piel también la tratamos como se merece,  pues es una parte del concepto hat-trick o triple acción que he desarrollado, y que busca el triunfo con el resultado final. El cuidado de la piel incluye peelings médicos o láseres especiales, y todo ello puede mejorar drásticamente la imagen de pliegues por la edad.

¿Cuándo es hora de entrar en quirófano?

Bien porque la laxitud de la piel y tejidos profundos no admite más medidas médico-estéticas, bien porque las alteraciones son claramente de solución quirúrgica, podemos dar el paso de entrar en quirófano.

Las operaciones de blefaroplastia suelen durar 1 hora o a lo sumo 1h30, y en general, se usa anestesia local. En mi experiencia, es frecuente que en la blefaroplastia inferior sea necesario la sedación para hombres y mujeres.

Dependiendo del caso, se elimina más o menos volumen de piel, grasa y músculo, y se realizan otras acciones perioculares, como alisamiento permanente de arrugas o pliegues, por ejemplo. Priorizo la blefaroplastia de mínima invasión y la blefaroplastia de preservación, como he comentado en otros blogs.

Tras la cirugía, se dan recomendaciones minuciosas, tanto orales como por escrito, así como un cronograma de revisiones.

Las conclusiones…

Que necesites o no una blefaroplastia es una decisión compleja, en la que tú decides y el Dr. Villamarín aconseja y guía. Notarás los cambios y la necesidad o voluntad de acudir a solucionarlo.

Te ofreceremos varias opciones, tanto sin cirugía como con ella, o incluso combinadas y personalizadas para tu caso, y siempre con sus beneficios, riesgos, alternativas y naturaleza del procedimiento completamente explicados, para que tomes la decisión final con tranquilidad y seguridad.

Si quieres más información, no dudes en ponerte en contacto con el Dr. José Villamarín pidiendo cita en persona o a través de su consulta online. Gracias.